Taxi Driver (1976)




New York, la ciudad de las oportunidades. Una visión que dista mucho de la mágica de que enamoró a Woody Allen. La New York que Scorsese nos presenta una ciudad triste, decadente, un reflejo de la década de los ´70 en el país del norte. Los sueños rotos del hippismo de los ´60 y una sociedad mutilada por la guerra de Vietnam, parafraseando a Erich María Remarque “ una generación destruida por la guerra a pesar de haber escapado de sus bombas”, que para aquellos que tuvieron la “suerte” de regresar quedaron aislados, ignorados, rechazados. Eso es lo que representa Travis Bickle (Robert DeNiro), protagonista del filme. Un joven “sin oficio, ni beneficio”, ex integrante de los Marines (no está explicito pero es un veterano de Vietnam). Un joven solitario, alienado, aislado de la sociedad de la que forma parte, incapaz de funcionar en una sociedad que aparenta ser normal, decide volverse taxista porque “no se puede dormir por las  noches”.

Travis pasa su tiempo libre bebiendo alcohol, yendo a ver cine pornográfico, alimentándose de mala manera. Representa sin duda un anti héroe que buscará hacer justicia de una forma muy particular, que genera tanto identificación como rechazo en los espectadores por la violencia que se exhibe al final del film.

Scorsese retrata a esta ciudad, a esta sociedad moderna de los ´70, desesperada en silencio, con estallidos de violencia y crueldad desmedida como retrata tambien Easy Rider o La Naranja Mecánica, con carteles de neón muy brillantes, prostitutas, drogadictos, calles mugrientas y oscuras, “llegará la lluvia que se llevará toda esta mierda”, nos cuenta Travis mediante la voz en off. El director además genera una atmósfera depresiva, con interesantes movimientos de camara (como el travelling final) con claras influencias del film noir, con noches eternas, claroscuros, vapor que proviene de las profundidades (¿del infierno?) lo invade todo, leves distorsiones de perspectiva, generando una especie de pesadilla de la que Travis (y la sociedad) no pueden despertar.

La progresión del film nos va mostrando el aumento de su locura son dos mujeres, una es Betsy (Cybill Sheperd) que nos es presentada vestida de blanco casi representando la pureza, con la que Travis le cuesta relacionarse, ya que ella forma parte de un mundo que no le pertenece. El protagonista la lleva a un cine XXX, a un inframundo quizá preso por la ignorancia, ella lo encuentra divertido por lo inédito de la situación pero que luego se siente insultada por la situación y lo rechaza. Travis intenta retenerla sin entender demasiado la reacción de la mujer. Unos planos mas tarde, Scorsese retrata el gran vació que es Travis, se lo ve llamando a Betsy y luego la cámara lleva el plano hacia un gran pasillo vacío.

La segunda mujer que influye en la vida de Travis es Iris, la prostituta de 12 años de edad (Jodie Foster). La vemos primero subiéndose al taxi y pidiéndole a Travis que la saque de allí hasta que llega Sport (Harvey Keitel) y se la lleva a la fuerza. Este encuentro, junto con el que casi la atropella, sumado al encuentro en la habitación, donde Travis es incapaz de tocar a la niña; junto al a escena del desayuno es donde el protagonista decide eliminar a la corrupción que representa gente como Sport o como el candidato presidencial Palladine, para quien trabaja Betsy. Para cumplir su objetivo Travis se entrena, hace flexiones, soporta el dolor quemandose los puños en la ornalla,  adquiere un verdadero arsenal, fabrica una prótesis para empuñar una arma por la manga, escribe a sus padres, deja plata en un sobre para Iris, se afeita la cabeza a lo punk. El protagonista esta condenado.

Intenta eliminar a Palladine, pero falla, logra escaparse y libera a Iris provocando una verdadera matanza y derramamiento de sangre, intentando suicidarse pero sin tener con que. Travis es convertido en un héroe por los diarios, a partir de una justicia muy particular, que parecería haberlo integrado a la sociedad que tanto lo excluyó. No obstante, continúa su vida como al principio, como un solitario taxista neoyorquino.

Tranquilamente puede considerarse a Travis como el personaje de un Western urbano, donde llega para “salvar” al pueblo, pero no sin llegar a  integrarse a éste.

Como nombramos anteriormente, Taxi Driver  es casi un espejo de la sociedad norteamericana y moderna en general, donde predominan la violencia y la corrupción..


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